¿Cuentas pendientes?

Mourinho y el Villarreal vuelven a encontrarse en el Bernabeu tras la polémica surgida la pasada campaña cuando el técnico blanco se fue a celebrar el último gol del Real Madrid cerca del banquillo del Villarreal, donde se encontraba viendo el partido uno de sus hijos. Esta celebración del portugués no fue entendida por el banquillo visitante, quienes muy cabreados le recriminaron el gesto.
El único del banquillo del Villarreal que entendió la celebración fue el propio técnico. Garrido en rueda de prensa explicó lo que él creía que había pasado, versión muy cercana a la que también diera Mourinho ante los micrófonos después del partido. Pero el gesto de Mou de ir a celebrar un gol cerca del banquillo visitante no gustó nada a varios pesos pesados del Villarreal que en ese momento estaban en el banquillo. Este fue el caso de Cani, que incluso llegó a arrojar una botella de agua al técnico blanco. Ángel y Capdevila tampoco entendieron la reacción de Mou tras el gol y se lo tomaron como una provocación.
El gol de la polémica en cuestión fue el definitivo 4-2 para el Real Madrid. El Villarreal no le puso las cosas nada fáciles a los de Mourinho, pero Kaká en el minuto 83 de partido le dio el gol de la tranquilidad al Madrid. Mourinho eufórico fue a celebrarlo junto a su vástago. El partido se caldeó desde este momento. Cani fue expulsado por arrojar la botella y varios jugadores del "Submarino" tuvieron que ser introducidos en el vestuario por personal del Villarreal al final del partido para que la situación no llegara a más.
Ahora se vuelven a ver las caras en el Bernabeu. Mourinho no ha querido caldear el ambiente, ya que quizás para algunos si lo está, y dejó que fuera Karanka el que saliera ayer en rueda de prensa. El Villarreal llega en una mala situación anímica. Es quinto por la cola, cuando lo normal a estas alturas otras temporadas es que el equipo esté en una posición similar... pero en la otra punta de la tabla.

Veremos como afrontan los de Garrido el partido y si las tensiones vividas en el último partido que Madrid y Villarreal se vieron las caras en el Bernabeu siguen presentes o, como sería de esperar, se han dejado en el olvido.